Venta comics

Tomando café con la Muerte

No recuerdo donde leí hace unos años que habían propuesto a Neil Gaiman -si no sabes quien es este señor es mejor que te pases por la Wikipedia- escribir un guión para una historia corta con Muerte –hermana mayor de Sandman- y Fénix de los X-Men. Aunque esa historia nunca llegó a escribirse, por lo que leí la idea que le rondaba por la cabeza era una historia de corte más bien intimista –lejos de los fuegos artificiales que suelen caracterizar el comic book y más cercana a su perfil como guionista-, que consistía en una conversación entre mujeres nada normales en una cafetería.

Por aquel entonces yo era un devoto admirador del trabajo de Gaiman en Sandman y devorador compulsivo de los X-Men de Claremont, por lo que se me ocurrió hacer un dibujo basado en esta idea.

La ilustración la hice sin referencias fotográficas e intenté reflejar la personalidad de ambos personajes tal como yo los entendía. Muerte en una pose más natural, relajada, con una sonrisa en el rostro y Fénix más estirada, con un lenguaje corporal más distante (siempre he pensado que Jean Grey era una estirada de familia bien). Sin embargo, mirando el dibujo hoy no consigo recordar por qué le puse una jarra de cerveza a Fénix :-m

Un mensaje a la red

En el imaginario colectivo se asocia el mensaje en un botella con la imagen de un naufrago en una isla desierta esperando a ser encontrado. Sin embargo, fueron los filósofos de la antigua Grecia los primeros en utilizar mensajes en botellas lanzadas al mar para estudiar el curso de las corrientes marinas. Tres mil años más tarde, aprovechando que las sondas Pioneer 10 y 11 iban a tener el honor de ser los primeros artefactos construidos por el hombre en abandonar el sistema solar, se decidió enviar en ellas un mensaje para una posible civilización extraterrestre que las encontrara.

El hecho de lanzar al mar una botella con un mensaje siempre me ha resultado fascinante a la vez que frustrante. Fascinante en el sentido de que despierta gran número de interrogantes, ¿dónde acabará? ¿la encontrará alguien? ¿quién? ¿lo sabré alguna vez?, y frustrante porque difícilmente tendremos respuesta a estas cuestiones.

En los últimos meses he coqueteado con la idea de arrancar un blog donde hacer todo lo hace el que tiene un blog, pero una mezcla de pereza, falta de tiempo y algo de vergüenza sobre como quedará todo esto me han ido retrasando. Aquí y ahora es donde tengo que dar las gracias a mi colega Rafalote por darme el empujoncito definitivo estas navidades. Escribir este primer post me produce esa extraña sensación de lanzar un mensaje al mar, aunque en este caso y por ser el primero haré algo de trampas y lo “empujaré” camino de las IPs de mis hermanos y de algún buen colega. Eso si, me comprometo a no volver a travestir la causalidad de casualidad y no repetirlo más.

Centrando el tema y, como los que me conocen saben, mis raíces frikis se anclan en el cómic -fundamentalmente de superhéroes y más concretamente de superhéroes marvel-, y mi vocación frustrada es el dibujo. Así que, como el nombre del blog ya apunta, intentaré volcar aquí algunos de los dibujos, bocetos y reflexiones que vaya gestando y acabe pariendo con más o menos éxito. Para terminar con tanta prosa y cambiar de tercio os cuelgo un par de dibujos con lo que  me gustaría que fuera la tónica del blog.

Los dibujos en cuestión los hice cuando Quesada acababa de llegar a la colección de Daredevil allá por el 99 y me quedé bastante impresionado con el nuevo look que le dió al personaje -más cercano a un artista marcial o un bailarín-, y la atmósfera del cómic.

El aspecto fibroso del héroe, las acrobacias cargadas de fuerza, el entintado cargado de sombras, los interminables tirabuzones del cable de su bastón…me resultaron muy interesantes. Abajo tenéis un dibujo antes y despues de pasar por el rotulador inspirado en la versión de Quesada para Daredevil, donde quedan patentes mis carencias con el escaner y la fotocopiadora, visibles sobre todo en los pies amputados. Lo siento DD, prometo mejorar :(